Mi mamá siempre me dijo: “Ivonne, tú disfruta el momento siempre… no estés imaginando qué pudo pasar, o qué va a pasar, haz que pasen las cosas, pero sobre todo disfruta este momento, porque es lo único que no vuelve”… palabras más, palabras menos, pero así lo entendí.
O procuro entenderlo.
En el momento me costaba trabajo, y seguramente no lo dimensionaba. No sé si ya logro dimensionarlo, o si apenas estoy leyendo entre líneas. Pero voy a seguir descifrando y aplicando ese mensaje un buen rato más.
Poniendo ese parámetro en mi fórmula.
Aquí, y ahora. Creyendo, y creando. Sin dejar de intentarlo, y sin dejar de soñar.
Y mi “aquí y ahora” de hoy, implica imaginar lo que viene. En una entrevista a Zinedine Zidane él dijo: “cuando era pequeño, me gustaba irme a la cancha 90 minutos antes de cada partido, me sentaba en el banquillo, y empezaba a imaginarme cómo iba a entrar al campo, desarrollaba el partido en mi mente, y, empezaba a imaginar las jugadas que pudiera hacer… me van a marcar así, o el defensa es vulnerable de tal forma, entonces, cuando empezaba el partido, como mi mente ya lo había imaginado, mi cuerpo lo ejecutaba con más agilidad”.
A imaginar el día de mañana, porque, Dios mediante, volverá a ser oportunidad.
Gracias mami, por ese consejo, en ese momento. Y, por la llamada de hace rato, y por estar siempre, aquí, y ahora.