El domingo por la noche…

Es el momento donde cierras algo, haces recuento… en carretera, en una cena, dejando las llaves en la mesa al entrar a tu casa, o ya en tu cama, disfrutando de tu almohada y compartiéndole tus pensamientos que nadie más llega a escuchar. Recién cenaste rico, compartiste el fin de semana con tus queridos, disfrutaste un par de días cambiando rutina, y en una de esas hasta descansaste hasta tarde, viendo tu serie, saliendo a dar un paseo, haciendo ejercicio, o aventurando en un roadtrip… hablamos del domingo por la noche.

Voy acumulando años y aún no conozco un caso de éxito al que no le emocione el domingo por la noche… porque, o te entristeces y estresas por lo que tengas que hacer mañana temprano, o te emocionas e ilusionas por las oportunidades que se te presentarán mañana.

Buscar el camino no es fácil, toma tiempo… casi siempre más del que teníamos estimado, pero es exactamente esa búsqueda la que te aproxima cada día más al objetivo, y es exactamente esa búsqueda la que te hace conocerte más… porque conlleva mucha introspección, muchas decisiones internas, y sobre todo, escuchar esa voz interior en todo momento.

En cuanto al plano personal: es hacer un recuento: pudiste convivir con los tuyos,  pudiste hacer una llamada a alguien que te quiere y hasta compartiste unas horas en un parque o probando el menú de tu restaurante favorito.

En cuanto al plano profesional la cosa también se pone interesante, porque estoy convencida que este es el momento en que te das cuenta qué estás construyendo, cuáles son tus objetivos, qué tanto has avanzado en esa línea… y desmenuzas en tu mente el proyecto que traes entre manos.

Agradecer siempre por tener un trabajo, porque es eso que te mantiene ocupado, que te acerca a mucha gente, pero estoy convencida también que si ese trabajo que cada quien tiene se combina con el propósito de quien lo ocupa, pues todo embonaría mejor: actitudes propositivas, proyectos creciendo más rápido, equipos mucho mejor enfocados y tal… entonces eso es a lo que hay que llegar, y buscar que lleguen todos nuestros cercanos.

Esto es lo que me gusta pensar un domingo por la noche, con un buen soundtrack, con la ventana abierta y el viento acompañándote, y en una de esas hasta impulsándote a que te muevas. 

En mi caso esta fue una semana importante, nos vamos acercando más a eso que busco y sueño. Con la mochila bien cargada de ilusiones, y con la compañía necesaria para avanzar. Estoy lista para soñar también con los ojos cerrados. Así que a dormir y a soñar… y a buscar más, siempre.