No todos aquellos que buscan el éxito tienen la suerte de Francesco Totti de no tener que
abandonar la casa para ir tras sus sueños, sin embargo, Totti y ‘ene’ casos de éxito más tienen en
el común denominador de abandonar ciertas zonas de confort y hábitos para buscar la
consagración en la vocación que les haya tocado.
A grandes sacrificios, grandes recompensas, y así ha sido la historia de Desirée Monsiváis,
futbolista mexicana que ha dejado la zona de confort en muchas ocasiones para ir a por el
siguiente reto.
Nace un 19 de enero de 1988 en Gómez Palacio, Durango; desde primaria el deporte le forjó la
competitividad, a sus 11 años participó en concursos de atletismo: ganó el regional y
posteriormente en el nacional se hizo del pase a los Centroamericanos representando a México,
teniendo entonces su primer experiencia como atleta de alto rendimiento viajando a otro país.
Fue hasta sus 17 años cuando empezó a practicar fútbol en ligas regionales, destacaba mucho por
su determinación y disciplina en la cancha, por sus méritos recibió una beca de 70% para una
universidad en su ciudad, la tomó y avanzó en sus estudios, pero el resto de los gastos
comenzaron a acumularse, la situación comenzó a cuestionar si esa decisión fue la mejor que se
pudo tomar, y de repente llegó un golpe de suerte: la buscaron de la UDLAP, la mejor universidad
del país en cuestiones deportivas, le ofrecieron otra beca de un 80%, pero aún así la cuenta de
ingresos/gastos no cuadraba, pasaron meses y la beca se convirtió en un 100% ya que en ese
rango de tiempo egresaron otros estudiantes, en ese momento ella sabía que era el momento,
que era su momento y consiguió los recursos para emigrar al siguiente destino, con el apoyo de su
familia se fue a Puebla a seguir emprendiendo el sueño de ser futbolista profesional.
Rápidamente se acopló al nuevo entorno, estudiaba Arquitectura y entrenaba con el
representativo, así todos los días… después en un torneo de universidades, su equipo consiguió el
campeonato y llegó otro ‘punto de suerte’: el llamado a la Selección Mayor, ahí fue considerada
para aportar goles al TRI, y dadas sus condiciones de velocidad y coordinación, aunado a la
disciplina y constancia que forjó en los últimos años, disputó 3 Universiadas, en una de ellas
consiguió la medalla de plata y se consagró como campeona goleadora del torneo.
“La educación y valores que aprendí de mi familia fueron de suma importancia para mi
desarrollo. La fortaleza mental es por encima de la física, pero como complementos, física
y mentalmente soy una persona capaz de vencer los obstáculos con determinación,
perseverancia y contundencia, así en todos los aspectos de mi vida. Creer te lleva a un
escenario continuo donde todo lo soñado se materializa”, mencionó la delantera mexicana.
Las cosas recién empezaban: en el 2014, consiguió la oportunidad de volver a emigrar, y de esta
forma jugar en el Toronto Lynx de Canadá, aceptó el reto, se fue a un país que desconocía y su
fútbol se hizo presente, pues metió 5 goles en 12 partidos. Parecía que la línea en su profesión
continuaba ‘in crescendo’, y en 2015 recibió otra oferta: desde el otro lado del mundo, el Biik
Kazygurt de Kazajistán, buscaba hacerse de los servicios de una centro delantero con condiciones
como las de Desirée. La contactan, le proponen ser su eje de ataque, y esa decisión de aceptar se
tradujo en una etapa sumamente trascendente en su vida, porque marcó 24 goles en el torneo,
consiguiendo el título de campeona y por ende, representar al país en la UEFA Women’s Champions League, torneo donde disputó 2 partidos (ida y vuelta) frente al FC Barcelona
Femenino; su pasión por el fútbol superó las expectativas de vivir en un país donde la idiosincrasia
pareciera pudo haber sido limitante, pero ni la comida, ni los horarios, el clima o el idioma limitó a
Monsiváis.
Termina el contrato de un año con el club, y vuelve a haber decisiones que tomar: se le invita a
que se nacionalizara como kazajo para defender los colores del país que le había dado esta
oportunidad, después de mucho pensarle, ella decide rechazar la oportunidad porque su cultura y
sus colores son los mexicanos, regresa a su ciudad natal y trabaja en la Fundación Real Madrid en
la difusión del fútbol femenil.
Meses después se anuncia la creación de la liga profesional de fútbol en México y la noticia le llega
en el mejor momento, actualmente porta el dorsal 9 de las Rayadas de Monterrey en la Liga MX
Femenil, posee el mejor registro de goles/minuto de la competición: en el torneo de Apertura
2017 metió 10 goles (un gol cada 64 minutos) y en este torneo lleva 9 goles en 759 minutos (un gol
cada 84 minutos), además está estudiando el Curso de DT en la Federación Mexicana de Fútbol.
“El trabajo en equipo es lo que nos ha caracterizado a las Rayadas, y juntas somos más
fuertes en la búsqueda de nuestros objetivos”, dijo Monsiváis tras anotar su último gol en
el torneo.
Si hay una frase que resuma su vida personal y profesional es que ‘Si lo crees, lo creas’, esa es la
fórmula que le ha funcionado a Desirée para ir tras sus sueños. De pequeña nunca pensó estar tan
inmersa en el mundo del fútbol: en las mañanas funge como coordinadora de fútbol femenil en
una universidad, en las tardes el entrenamiento con Rayadas, los fines de semana el talento en la
cancha y compaginar los estudios del curso de DT.
Decía Bielsa que el creía en el espíritu amateur, porque el amor hacia la tarea es lo único que
vuelve satisfactorio el tránsito por el trabajo, Desirée es un ejemplo palpable de esta premisa.