Hace unos cuatro años, un domingo por la tarde una persona me ‘recomendó’ hacer tal cosa… le dije que por mi perfil me gustaría intentarlo, a lo que me respondió: pero Ivonne, debes ser muy paciente, si te propones hacerlo vas a tardar al menos unos diez años en lograrlo.
Creo que ese domingo fue la última vez que hablé con él. Estoy segura que él no dimensiona lo que esa plática produjo en mí, porque, ni yo lo dimensiono.
Luego. Dicen que lo que buscas también te está buscando, y más concreto, casi dos años después de esa plática llegó otro personaje de esta historia, alguien con quien, sigo muy en contacto, y me recomendó un libro: el mejor que he leído (Outliers). Lo leí, y esa teoría de los ’10 años’ se transformó en la de las ‘Diezmilhoras’… Paco me dijo: Ivonne, no tengas dudas, sabes lo que quieres, pero debes aprender a ser paciente, inténtalo, no abandones tus proyectos, no cuentes a todos tus ideas, no todas las personas son buenas, pero, sobre todo, siempre sigue a tu instinto. Y, créetela.
Así, cortito y al pie mi profe.
Para convertirte en un experto en algo, tienes que practicarlo por diez mil horas, obsesionarte, creer, aprender, cuestionar, investigar, avanzar, pero así… en ciclo, por diez mil horas, entonces más vale que sea algo que te emocione, porque esas diez mil horas, se pueden convertir hasta en 5 o 6 años.
Hoy terminé algo que me plantée hace veinticuatro meses.
Y esa satisfacción no la cambio por nada, estoy segura que cada minuto invertido valió la pena.
¡Vamos por más! ¡Vamos por todo!