Desde pequeños nos trazamos metas, nos visualizamos “siendo alguien” o “teniendo tal cosa”… y esas ideas permanecen -casi siempre- en nuestra mente, hasta que las alcanzamos.
El hecho de que permanezcan ahí supone sensaciones intrínsecas que motivan a intentar, a avanzar, a soñar, a creer en sí mismo… y eso último siempre va a ser la mejor gasolina, la que te permite dar sprints y avanzar más en ciertos momentos, la que te permite recorrer distancias aunque estés cansado, desmotivado. Creer en ti mismo te va a llevar a lugares impensables. Te va a llevar a alcanzar metas que veías lejanas, a compartir tu día a día con personas a quienes admiraste, a vivir experiencias que deseabas con muchas fuerzas desde pequeño y que no le contabas a nadie.
Y luego, llegas y se prolonga el sueño, se prolonga el objetivo final, se alarga el trazo, se extiende la meta. Siempre vamos a querer más, siempre vamos a querer ser mejores, no vas a conformarte… en ocasiones te puede beneficiar, pero también puede jugarte en contra… si no disfrutas el momento, si no saboreas el proceso, si no aprendes a disfrutar el camino, sea cual sea… abraza tu momento, y tómalo contigo, y abrázate a ti también, date esa palmadita en la espalda que te permita seguir avanzando. Date ese reconocimiento que le das a las personas que admiras, escríbete una carta a ti mismo, diciéndote lo orgulloso que estás por todo lo que has soñado y avanzado, y lo que falta… vete al espejo y sonríete, dite lo mucho que te quieres y lo lejos que vas a llegar.
Avanza, recorre tu camino, sigue tu sueño, y por más obstáculos que haya, personas que no creen en ti, que buscan limitarte, situaciones complejas, que estés lejos de los tuyos, en una zona desconocida que te genera incertidumbre… acuérdate también que al mismo tiempo estás cada día más cerca de convertirte en eso que quieres ser, de vivir lo que soñaste, y que, a su vez, estás imprimiendo muchas sensaciones en la gente que te sigue, en la gente que confió en ti, estás inspirando.
Al final tú te conoces mejor que nadie, y sabes lo que quieres, y lo mucho que te ha costado hasta hoy, por eso, no dejes de creer en ti, no dejes de ilusionarte, no dejes de trabajar en eso que no puedes sacar de tu mente, no dejes de acercarte a esas personas que te suman, no dejes de acercarte a los tuyos para saber que están bien, nutre, y nútrete de buena vibra, descansa bien, y sigue avanzando.
Cada día es una oportunidad, no te rindas… mañana vuelve a intentarlo, y hazlo otra vez, y hazlo mejor.