Hoy no pretendo más que hacer eco de una reflexión que escuché y me encantó.
El mundo es un montón de gente, un mar de fueguitos, cada persona brilla con luz propia… no hay fuegos iguales, hay fuegos grandes, chicos, de todos los colores… hay fuegos serenos que ni se enteran del viento, y gente de fuego loco que llena el aire de chispas…
Hay fuegos que no arden ni queman, pero también hay quienes arden con tantas ganas que no se pueden mirarlos sin parpadear… y quienes se acercan, se encienden.
Qué grande fue, y es Eduardo Galeano.
Qué importante, y lindo sería ser fuego que enciende a otros fuegos.