La ausencia que genera paz no es pérdida nunca

Últimamente he intentado escuchar observando. Mucho. En diferentes escenarios.

Y hoy me llegó este vídeo que resignificara algunas ideas, y que, ordenada esa sopa de letras interna.

Lo transcribí, por si quieren leerlo:

“A veces nos da miedo tomar riesgos por cambiar una situación en la que estamos, incluso cuando esta situación nos hace mal. Pero a veces decimos “bueno, por lo menos esto es lo que conozco, y el cambio me aterra porque puede ser peor”. 

¿Pero sabes una cosa? Sí, creo firmemente en que da miedo tomar riesgos por perseguir o por cambiar una situación, pero me aterra más quedarme en donde estoy, sintiéndome miserable porque el tiempo no espera a nadie.

Hay una cita de Neruda que dice que hay heridas que en vez de abrirnos la piel, nos abren los ojos…  a veces pensamos que algún cambio o algún riesgo nos va a hacer mucho daño y nos terminamos dando cuenta que dicha situación todo lo contrario, que dicha situación nos abrió los ojos. ¿Y de qué forma? Pues cuando te alejas, a veces necesitas alejarte un poco para darte cuenta de mucho. Porque estás viendo desde otro ángulo, estás viendo desde otra perspectiva. La proximidad estás viendo solamente una parte y cuando te alejas puedes ver muchas cosas.

La ausencia que genera paz no es pérdida nunca. Y la ausencia de aquello que te hace la vida imposible o de aquello que te hace sufrir bastante no es pérdida. Estás ganando. Estás regresando a ti.

Y esos reveses nos ponen de vuelta al camino de regreso a nosotros. ¿Cuántas veces no nos ha pasado eso? ¿Cuántas veces hemos creído que algo nos va a hacer sufrir mucho? No queremos que pase y cuando sucede nos damos cuenta que fue una bendición, que eso produjo las consecuencias óptimas y deseables para nuestro bienestar.

Tomar una decisión pensando en que es lo mejor para ti justifica haberla tomado.

Hay rupturas que en vez de romper el corazón nos rompen nuestras cadenas. Nos liberan de la jaula en donde no sabíamos que estábamos.

El ser humano tiene la capacidad de adaptación. Definitivamente. Por eso uno puede elegir a qué se adapta, a qué está dispuesto a adaptarse.

Y como ya saben que en este blog se cita mucho a Bielsa, lo repito aquí: 

“La mayoría de las cosas que digo no me pertenecen, las leí en algún lado y las describo. Pareciera que fueran propias pero no es así”.